Hiperproductividad tóxica
Adictos al trabajo.
¿Conoces el síndrome de Hiperactividad Tóxica?
El síndrome de la productividad tóxica se utiliza para describir un entorno laboral en el que los empleados están constantemente presionados (o autopresionados) para producir más, trabajar más horas y entregar mejores resultados.
También puede ser fruto de una elevada autoexigencia, donde los estándares que nos marcamos son muy altos y difíciles de alcanzar, lo que puede llevar a un círculo vicioso “non-stop” de perfeccionismo y autocrítica, sin pausa.
Esto puede llevar a un aumento en el estrés, la ansiedad, la fatiga y el agotamiento, lo que a su vez puede afectar negativamente su salud física y mental, a su bienestar y a su productividad.
¿Cuáles son algunos de los síntomas más comunes?
Lee detenidamente, y observa si te sientes identificad@ con alguno de ellos.
- Trabajar largas horas, incluso fuera del horario laboral regular
- Trabajar durante las vacaciones y otros días libres
- Sentirse constantemente presionado para producir más y mejores resultados
- No tener tiempo suficiente para tomar descansos adecuados durante el día laboral
- Sentirse constantemente agotado y sin energía
- Experimentar un aumento en el estrés y la ansiedad relacionados con el trabajo
- Sentirse presionado para responder rápidamente a los correos electrónicos y otras comunicaciones de trabajo, incluso fuera del horario laboral regular
- Sentirse desmotivado y sin entusiasmo por el trabajo.
Las consecuencias de la hiperactividad tóxica
Puede tener consecuencias negativas tanto para los empleados como para la empresa.
A corto plazo, puede llevar a un aumento en la rotación de empleados y una disminución en la moral y la satisfacción laboral.
A largo plazo, puede afectar negativamente la productividad, la calidad del trabajo y la capacidad de la empresa para retener y atraer talentos.
¿Qué medidas pueden ayudar a reducirlo?
Para combatir el síndrome de la productividad tóxica, es importante que las empresas fomenten un ambiente de trabajo equilibrado, en el que se valore la calidad del trabajo y el bienestar de los empleados.
- Establecer límites claros de trabajo,
- Proporcionar suficientes oportunidades para descansar y desconectar del trabajo,
- Fomentar un ambiente laboral positivo y colaborativo,
- Ofrecer programas de bienestar (meditación, yoga, hábitos, regulación emocional …)
¡Vamos a fomentar hábitos de vida y trabajo más saludables, que faciliten una vida más sostenible y de calidad!
Necesitamos empresas más humanas y liderazgos más conscientes, para un ganar-ganar equitativo.
Saludos,
Minerva